SINCRONICIDAD

Este es un preámbulo para en continuas entradas contar algunas historias en las cuales podrás palpar o analizar de que se trata la sincronicidad, es algo maravilloso que te puede suceder en cualquier momento y que sí estas consciente de ello puedes entender y usarlo a tu favor.

Según el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung el principio de causalidad afirma que la relación entre causa y efecto es algo necesario pero el principio de sincronicidad asegura que los términos de una coincidencia significativa están relacionados por simultaneidad y por el significado. En este sentido sincronicidad es el termino elegido por Jung para aludir a la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido, pero de manera a causal.

Así mismo la sincronicidad se define como una relación entre tiempo y espacio psíquicamente condicionada, pero, cual es el concepto general de la sincronicidad; ¿qué relación establece para esclarecer la relación entre cuerpo y alma? ¿Cómo podemos utilizar la sincronicidad para nuestro desarrollo espiritual y personal?

Estas respuestas no suelen ser contestadas con un significado exacto, sino que puedes hacerlo mirando a lo que sucede en tu día a día. ¿Alguna vez te ha pasado que sientes que hay algo alguna fuerza exterior que dices ohh que coincidencia que me sucedió justo esto cuando lo necesitaba, pero no me lo esperaba? Pero te sucede en el momento que lo necesitabas.

A mi personalmente me han pasado actos de sincronicidad, por ejemplo: no se me olvida este episodio. “Hace varios años estaba trabajando en la capital de mi país y faltaba un día para el del pago, yo vivía en una casa que compartía con otras personas y habíamos acordado de hacer la compra juntas de la comida, ¡¡y en el pago anterior me había faltado $10.000 alrededor de $5 dólares actuales y me pidieron el dinero porque no había para comer y que por mi culpa las demás personas no tenían para comer!! fue una situación terrible y “yo pensé sólo por $10.000 pesos ellas no tienen para comer?” No creo segura que sí, solo era para molestarme”, sin embargo yo realmente no tenia dinero ese día ni para comer y pues no les dije nada, Sali de la casa a pie para mi lugar de trabajo y en el camino ya casi llegando al local dentro de una cafetería estaba un amigo desayunando la cafetería era mas o menos grande y era poco probable que alguien me viera desde adentro que yo pasaba por ahí, pero que casualidad mi amigo me vio, me saludo me hizo señas para que entrara, nos saludamos me pregunto a donde iba, yo le dije trabajo aquí al lado, entonces me dijo: Quieres desayunar?, te invito! Yo me quede waow, super sorprendida, claro que Sí, gracias y pues he desayunado, ¡luego nos despedimos y yo entre a trabajar! Y eso no fue todo había pensado que iba a prestarle dinero a alunga de mis compañeras del centro comercial para almorzar, pero ese día llego una amiga, casi al medio día y me dijo cierra el local por una hora, te invito a almorzar seguía sin entender que pasaba ese día, luego en la tarde mi compañera de al lado me invita una merienda y por la noche ya casi a punto de cerrar aparece otro amigo y me dice hola como estas vengo para invitarte a cenar y que salgamos por ahí a conversar waow ese día comí más que en días anteriores jejeje; que me di cuenta que existían los milagros, tal vez eso sucedió así porque ese día Sali en la mañana con un poco de rabia y tristeza de esa casa, pero ni pensé que iba a pasar ese día ni cómo iba a hacer para comer, solo me fui a trabajar caminando y en el camino sucedieron las cosas. Todos los días a muchas personas en el mundo seguro le pasa algo como esto y piensas que es casualidad o coincidencia, pero no es así, ¿y porque otras personas dirán y porque a mí no me pasan estas cosas?

Me he dado cuenta que cuando uno deja fluir y no se preocupa de cómo va hacer para solucionar algo; y lo deja en manos de Dios, del universo o como lo quieran llamar, la solución llega a ti cuando menos lo espera y de la manera que menos lo esperas.

Y así como esa anécdota, me han pasado varias cosas así, pero lamentablemente hay muchos otros momentos en los que no estoy conectada y me quejo y tengo ansiedad de que suceda lo que quiero y me desespero porque no pasa nada, y justo eso es lo que pasa NADA. Pero cuando suelto y dejo fluir, entrego a la divinidad todo llega, pero llega cuando tiene que llegar no antes in después, solo hay que tener paciencia y dejar las expectativas a un lado, no pensar en que será o no será, porque si pensamos en el como jamás va a llegar, eso hace que obstruyamos el trabajo de Dios, o del universo o de cualquier nombre que le quieran poner

Aquellos que piensan que el mundo de la existencia esta gobernado por la suerte o la casualidad y que depende de causas materiales, están lo mas alejado de lo divino de la noción del mundo.

Nikki Walters