VOLVIENDO A CREER

El comienzo de las historias de amor y otras frustraciones

Desde mi última publicación donde revele mis mas profundos sentimientos, donde reconocí mis errores; errores los cuales por general no caemos en cuenta, han pasado un poco mas de dos meses, he tenido presente publicar, pero no lo había hecho, porque definitivamente, conocerme a mí misma, aprender a manejar mis emociones y cómo reaccionar ante lo que la vida me va mostrando, es más difícil de lo que pensaba. El peor enemigo que uno tiene es uno mismo, y aprender a amarme es mi lección en esta historia.

Para resumir y no hablar tanta chachara, fui a Europa a Paris a conocer a un hombre maravilloso que había conocido hace un poco mas de tres años por una aplicación móvil, después de tantos ires y venires acordamos que yo iría a visitarlo con la posibilidad de quedarme con él. Este hombre un Alemán de ojos verdes claros que a veces cambiaban de color, que mide 2.m de alto de piel blanca y con un gran corazón me había robado el corazón desde hace mucho, yo creía que era el hombre perfecto para mí y pensaba que después de tanto esperar por fin había llegado ese hombre maravilloso, esa pareja con la cual compartiría el resto de mi vida. (claro hay algo en medio que después contare con lujo de detalles)  

Yo emocionada uff voy a Paris y paseare por esos lugares maravillosos me imagine el romance por todos lados, yo creía que me había hecho fuerte con todas aquellas relaciones fallidas, pero esto me demostró que no, bueno es que este hombre me volvió a ilusionar, volví a creer en el amor, me hablaba de tal manera y me decía que yo era la mujer de su vida y viviremos juntos hasta viejitos que superaríamos todas las dificultades que se presentaran.

El 1 de diciembre de 2018, Niko (me reservo el verdadero nombre porque la historia que sigue puede ser muy comprometedora) me fue a buscar a la Estación de tren en París, -ya que yo entre a Europa por Munich donde mis hermanas y fui a su encuentro una semana después- cuando salí del tren, me esperaba ese hombre altísimo rubio y de ojos claros con un ramo de flores, nos dimos ese beso tan esperado, aunque un poco nerviosos los dos, habíamos esperado más de tres años por ese beso, por tocarnos y saber que éramos reales. Recibió mi maleta, fuimos al parqueadero donde estaba su auto, de ahí me llevo al Apartamento donde se estaba alojando en una población a una hora de Paris.

Al entrar en su habitación de ese apartamento pequeño que compartía con un compañero; tenía todo bien arreglado y ordenado y una botella de vino con una tabla de quesos esperando para celebrar. Yo me enamoraba cada vez mas y confirmaba lo amable que siempre fue cuando hablábamos por teléfono y por video llamada. Esta historia continuara porque ahora viene la mejor parte.